¿Billones para chips de IA? El audaz plan del CEO de OpenAI para transformar la producción global de semiconductores

Gábor Bíró 13 de febrero de 2024
2 min de lectura

En un movimiento que redefine la ambición, se informa que el CEO de OpenAI, Sam Altman, está buscando lo que podría ser el mayor esfuerzo de recaudación de fondos de la historia: la asombrosa cifra de 5 a 7 billones de dólares. Esta suma sin precedentes tiene como objetivo remodelar radicalmente el panorama mundial de los semiconductores y asegurar la vasta capacidad de chips necesaria para impulsar los futuros avances de la inteligencia artificial.

¿Billones para chips de IA? El audaz plan del CEO de OpenAI para transformar la producción global de semiconductores
Fuente: Elaborado por el autor

Esta estrategia aborda directamente el actual y significativo cuello de botella causado por la escasez de unidades de procesamiento gráfico (GPU), el hardware de trabajo crucial para entrenar y ejecutar grandes modelos de IA como ChatGPT de OpenAI.

La enorme escala de la cifra propuesta de 5 a 7 billones de dólares ha sido recibida con considerable escepticismo, ya que supera con creces las normas actuales de la industria. Para ponerlo en contexto, los ingresos totales del mercado mundial de semiconductores rondan los 500-600 mil millones de dólares anuales, y la capitalización de mercado de las mayores empresas del mundo (como Apple o Microsoft) se sitúa en torno a los 3 billones de dólares. La suma objetivo de Altman representa una fracción significativa del PIB mundial (aproximadamente 100 billones de dólares o más). Esta cifra astronómica subraya las demandas computacionales percibidas de la IA futura, en particular la búsqueda de la Inteligencia Artificial General (IAG), que requeriría una infraestructura informática muy superior a las capacidades actuales.

Según se informa, la visión de Altman implica facilitar la construcción de docenas de nuevas plantas de fabricación de chips (fabs) de última generación en los próximos años. El plan prevé un consorcio complejo que involucre a OpenAI, grandes inversores, fabricantes de chips existentes y, potencialmente, proveedores de energía. Es probable que estas fabs sean operadas por líderes de la industria establecidos con la experiencia necesaria, como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).

TSMC es el mayor fabricante de chips por contrato del mundo, un socio fundamental para las empresas de semiconductores fabless. Gigantes tecnológicos como Nvidia, Apple, AMD y muchos otros dependen en gran medida de TSMC para producir sus System-on-Chips (SoC), CPU y GPU más avanzados.

La magnitud de esta financiación propuesta empequeñece incluso iniciativas gubernamentales significativas destinadas a reforzar la producción nacional de chips. Por ejemplo, la Ley CHIPS and Science de EE.UU. asignó unos 52.000 millones de dólares para incentivos e investigación en la fabricación de semiconductores, una suma sustancial, pero órdenes de magnitud menor de lo que Altman busca, según se informa. La propuesta de Altman tiene como objetivo crear una cadena de suministro resistente y enormemente ampliada, capaz de satisfacer las demandas exponencialmente crecientes de la infraestructura de IA.

Si bien se entiende que el proyecto se encuentra en las primeras etapas, y asegurar compromisos de esta escala enfrenta inmensos obstáculos - financieros, logísticos, geopolíticos y técnicos - la iniciativa en sí misma destaca el intenso enfoque global en el potencial de la IA y la importancia estratégica de la fabricación de semiconductores. Si tiene éxito, aunque sea parcialmente, el esfuerzo de Altman podría alterar fundamentalmente las industrias de chips y de IA, aliviando potencialmente las limitaciones de hardware y acelerando el desarrollo de tecnologías avanzadas de IA.

Gábor Bíró 13 de febrero de 2024

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