El Almacenamiento de Energía
Uno de los mayores desafíos del siglo XXI es garantizar la seguridad del suministro energético, a pesar de tener acceso a fuentes casi infinitas como el sol y el viento.
Uno de los mayores desafíos del siglo XXI es garantizar la seguridad del suministro energético, a pesar de tener acceso a fuentes casi infinitas como el sol y el viento.
A medida que la demanda de inteligencia artificial (IA) se dispara, las grandes tecnológicas se enfrentan al inmenso desafío de alimentar sus centros de datos sin exacerbar el cambio climático. Impulsado por la intensidad computacional del entrenamiento y la ejecución de modelos complejos, el rápido crecimiento de la IA está forzando una reevaluación de las fuentes de energía, creando un delicado equilibrio entre el desarrollo de energías renovables y la dependencia de la disponibilidad inmediata de combustibles fósiles. Esta tensión destaca el impacto más amplio de la huella energética de la IA en los objetivos ambientales globales y las presiones sobre las redes eléctricas locales.
El último desarrollo de AES Corporation, Maximo, un robot con inteligencia artificial, es capaz de instalar paneles solares al doble de velocidad y a la mitad del costo en comparación con los métodos tradicionales. Amazon será uno de los primeros grandes beneficiarios de esta tecnología, utilizando el robot para acelerar su transición a la energía renovable.
La Unión Europea ha aprobado 2.000 millones de euros en ayudas del gobierno italiano para que STMicroelectronics construya una planta de microchips de 5.000 millones de euros en Catania, en la isla de Sicilia. Esta inversión forma parte de la estrategia de la UE para reducir la dependencia de las importaciones asiáticas y fortalecer su cadena de suministro de semiconductores.
El concepto de Energía Solar Espacial (SBSP) – capturar energía solar en el espacio y transmitirla inalámbricamente a la Tierra – ha cautivado a científicos e ingenieros durante décadas. Propuesta científicamente por primera vez por el Dr. Peter Glaser en 1968, la SBSP ofrece una solución potencial a las crecientes demandas energéticas y los desafíos ambientales de la humanidad al proporcionar energía limpia y continua. Impulsado por las preocupaciones sobre el cambio climático y los avances en la tecnología espacial y la transferencia de energía inalámbrica, el concepto se está acercando a la realización práctica, como lo demuestran experimentos exitosos recientes.
El crecimiento explosivo de la inteligencia artificial está revolucionando industrias, pero este progreso tiene un coste ambiental significativo: una demanda de energía que aumenta rápidamente. Esta creciente huella energética presenta un desafío global, sin embargo, la propia IA ofrece paradójicamente herramientas poderosas para la conservación de energía y la sostenibilidad. Navegar por esta compleja relación es crucial para asegurar que la IA se desarrolle de manera responsable.
Conocida como la "petunia luciérnaga", esta petunia resplandeciente es una planta modificada genéticamente que emite continuamente una luz verde, gracias a genes derivados de un hongo luminiscente.
General Motors y Honda han anunciado que su empresa conjunta, Fuel Cell System Manufacturing, ha comenzado a producir pilas de combustible de hidrógeno en Brownstown, Michigan. Ambos fabricantes de automóviles han colaborado previamente en vehículos eléctricos de batería.