Pilas de Combustible de Hidrógeno Apuntan a Aplicaciones Más Amplias
General Motors y Honda han anunciado que su empresa conjunta, Fuel Cell System Manufacturing, ha comenzado a producir pilas de combustible de hidrógeno en Brownstown, Michigan. Ambos fabricantes de automóviles han colaborado previamente en vehículos eléctricos de batería.

Desafortunadamente, el hidrógeno ha tenido un éxito limitado en el mercado de turismos hasta ahora, y lo mismo puede decirse en gran medida de otros vehículos como los autobuses. Honda fue una de las empresas (junto con Toyota, Hyundai y BMW) que vendió coches propulsados por hidrógeno antes de discontinuar el Clarity en 2017. Los desafíos provienen en parte de la casi total falta de infraestructura de repostaje y de procedimientos de repostaje algo más complejos (aunque estos se han simplificado significativamente). Otra dificultad es el peligro potencial asociado al almacenamiento de hidrógeno a alta presión; incluso un daño menor o un fallo del tanque podría suponer un riesgo.
Los fabricantes de automóviles están ahora cambiando su enfoque hacia la maquinaria de trabajo y los equipos de construcción. Su teoría es que será más fácil establecer estaciones de repostaje de hidrógeno para vehículos que operan dentro de áreas confinadas o sitios específicos.
Las pilas de combustible de hidrógeno utilizan hidrógeno comprimido como combustible y emiten solo vapor de agua como escape. Recientemente, varios fabricantes de automóviles han adoptado esta tecnología, viendo sus ventajas para desarrollar vehículos pesados y generadores de energía móviles, y como una vía potencial para seguir alejándose de los vehículos contaminantes propulsados por gasolina. La promesa suena atractiva: producir hidrógeno utilizando fuentes de energía renovables y luego utilizarlo con solo vapor de agua como subproducto.
El hidrógeno tiene una baja densidad de energía volumétrica, lo que dificulta su almacenamiento. Requiere alta presión, bajas temperaturas o procesos químicos para un almacenamiento compacto (y 'alta presión' aquí significa una presión significativa: 700 bar / ~10.000 psi). Sin embargo, a esta inmensa presión, solo 1 kg de hidrógeno puede proporcionar a un turismo de tamaño estándar una autonomía de unos 100 km (aprox. 62 millas).
En Estados Unidos, se están considerando nuevas directrices fiscales para abaratar la producción de hidrógeno, creando así una alternativa a los combustibles fósiles. Desafortunadamente, la gran mayoría del hidrógeno no se produce actualmente a partir de fuentes renovables, sino utilizando combustibles fósiles, principalmente a través de un proceso llamado reformado con vapor de metano (SMR), que produce emisiones de dióxido de carbono. El metano en sí mismo es un gas de efecto invernadero aún más potente que el CO2, y se filtra rutinariamente a lo largo de la cadena de suministro, desde la producción hasta el uso final (a pesar de las promesas de las grandes empresas involucradas en la producción).
A pesar de estos desafíos, la tecnología del hidrógeno tiene un inmenso potencial. Por lo tanto, es alentador ver que las empresas siguen invirtiendo en su desarrollo a pesar de las dificultades iniciales. Si se pueden superar los obstáculos relacionados con el almacenamiento y la producción, podríamos crear un futuro más limpio y habitable.